viernes, 11 de febrero de 2011

Poder


Mi abuela es una de las personas a las que más quiero en la vida y es un personaje, digamos, particular. Le gusta hacer comentarios sobre los demás, pero lo más curioso es que en lugar de decir abiertamente lo que piensa, le adjudica esas afirmaciones a terceros.

Cuando era pequeña, era muy común que me quedara en su casa por las tardes y cuando mi mamá venía a recogerme, mi abuela la recibía con comentarios del tipo: "Lorenita dijo tal o cual cosa". Recuerdo que yo me llenaba de furia, y como nunca he podido quedarme callada, le gritaba a mi mamá que eso no era cierto, que mi abuela estaba inventando y que era una mentirosa. Esta última afirmación venía seguidoa de un pellizco en el brazo y la frase amenazadora de mi madre: "A las abuelitas no se les dice mentirosas"

Yo no entendía el motivo de tal injusticia. Mi abuela era mi abuela, la matriarca de la familia, pero también estaba diciendo mentiras. ¿Por qué perdía automáticamente todos mis derechos al estar frente a una figura de poder?

El tema de Carmen Aristegui ha dado pie a numerosos debates, y como ella misma lo ha dicho, eso es positivo, los mexicanos no estamos dormidos y hay que demostrarlo. El Presidente de la República Mexicana es un servidor público, quien se elige a través del voto de la población por un periodo de seis años. No lo ha designado el Arcángel Gabriel y él le ha respondido "He aquí el esclavo del señor, hágase en mi según su palabra". Como figura pública, estará siempre bajo el escrutinio de la población, y como tal, será y debe ser constantemente cuestionado. Nosotros, el pueblo, le hemos dado el cargo, y es su responsabilidad actuar para beneficiar a la mayoría de la población.

En la democracia, cuando uno tiene plena libertad de expresión, puede hacer preguntas abiertas, tal como lo hizo la periodista. En las Dictaduras, no. Eso es lo interesante del despido de Carmen Aristegui de MVS, nos hace preguntarnos en que tipo de país vivimos y que tipo de país queremos.

Termino con una frase de Rodolfo Walsh, escritor, periodista, militante y revolucionario argentino, quien fue aprehendido durante la Dictadura y cuyo cuerpo nunca apareció: "El periodismo es libre o es una farsa" .

2 comentarios:

jorkas dijo...

Excelente Loruuuu! me encanta!

Monik dijo...

Felicidades por el blog y por saber decir lo que piensas.. estoy de acuerdo contigo y a mi tambien este asunto de Aristegui me ha removido muchas fibras. Estoy segura que algo bueno saldra de esto, pues la cloaca se sigue destapando, pero gracias a la red tenermos una visión mas crítica y capacidad de organizarnos y tomar acciones... Yo tambien estuve fuera del país un tiempo y cuando volví me sorprendi mucho de lo que encontré, pero aún así no hay que perder la fe y ser nostros mismos el cambio que queremos ver... Saludos!