lunes, 3 de agosto de 2015

Odio los números


Nunca fui buena para las matemáticas.
Ni para las cuentas.
Los números eran algo frío y lejano para mi. Algo que no entendía bien y que me hacían perder el tiempo, tiempo preciado que quería aprovechar leyendo mis libros.

El día de hoy, odio los números aún más. Porque en México, hay cifras que han adquirido significado, y esos números fríos se convirtieron en cantidades dolorosas, imágenes de la impunidad que te dejan la boca seca y el estómago revuelto. Los números cobraron vida a través de la muerte.

Nos faltan 43. 
49 niños ABC.
22, 610 desaparecidos.

Y el día de hoy, Justicia para los 5.

Yo ya no quiero seguir contando.

Quiero volver a la inocencia de mis cuentos. Quiero ser capaz de olvidar los números. Pero es imposible. Los números son más poderosos que las letras. El número con sangre entra.