Hay un fenómeno muy interesante que ocurre después de que tienes un hijo.
TODO el mundo se vuelve experto en maternidad, crianza y lactancia.
TODO el mundo se siente con la capacidad de aconsejarte, instruirte, criticarte, ya que, evidentemente, todas y cada una de las decisiones que estás tomando, son incorrectas.
Los comentarios no vienen solamente de familia cercana, amigos o conocidos.
Oh no, Sir.
Cualquier desconocido, incluso en la fila del banco, puede acercarse a ti con la mayor naturalidad y decirte que hace frío y no deberías traer a tu hijo "tan destapado".
El acoso llega a tal grado, que resulta imposible hacerle frente y lo único que te queda es sonreír y dar las gracias. Pero no sé confundan, detrás de esa sonrisa congelada, hay muchas cosas por decir...
A la señora que se le ocurrió decirme que ir a trabajar es igual de pesado que cuidar a un recién nacido simplemente me hubiera gustado hacerle unas cuantas preguntas, y ella solita se habría dado cuenta de la tontería que acababa de decir.
Pregunta #1: ¿En su trabajo se le permite ir al baño?
Pregunta #2: ¿En su trabajo se le permite comer?
Creo que las únicas personas que responden NO a ambas preguntas son los trabajadores de las maquiladoras en China o las madres de recién nacidos.
Al amigo de la infancia que mencionó "en tono de broma" que la incapacidad por maternidad eran vacaciones con todo pagado: no sé a qué tipo de vacaciones estés acostumbrado. Porque si me voy de fiesta y paso la noche sin dormir, lo mínimo que espero al día siguiente es que el vómito que descubra en mi cabello, sea el mío.
A la madre que me dijo que mi hijo tenía cólicos porque le doy pecho a libre demanda y no con horarios estrictos, quizás sería bueno que aplicara su teoría en ella misma, porque a juzgar por su físico, veo que ella si "come a todas horas y a libre demanda"
A la conocida sudorosa y ansiosa que afirmó que los padres actuales son exagerados y sobreprotectores ya que su mamá tomó alcohol y fumó durante su embarazo y lactancia, le daría la razón. Es EVIDENTE que su mamá tomó alcohol y fumó durante su embarazo.
Al señor que me dijo que no tengo que besar tanto a mi hijo porque le puedo transmitir una enfermedad... No le diría nada. Él ya está muerto por dentro.
Y sí. Seguramente voy a cometer muchos errores con mi hijo, le causaré muchos traumas que él ya se encargará de sanar con su terapeuta, al que le dirá que todos sus problemas son a causa de que no lo abrigué lo suficiente, le di pecho a libre demanda y lo besaba demasiado.
Pero si me van a acusar con el psicoanalista de que soy la peor madre del mundo, quiero que sea por mis decisiones y no por las de alguien más. Así que ya saben, la próxima vez que me vean y me hagan un comentario sobre mi estilo de crianza, yo solamente les responderé... con una sonrisa.