Ya se merecían una entrada en mi blog.
Se lo ganaron a pulso estos muchachos. Eso si, los cristianos son constantes. El portero de mi edificio forma parte de este club y no deja de soltarme frases. La última fue que "la televisión corrompe". Siempre me está mirando con el rabillo del ojo, juzgando cada una de las cosas que hago, y moviendo la cabeza de un lado a otro cada que me ve salir del edificio.
Desde que entró a suplir a mi portero favorito (un chico llamado Samuel el cual devoraba literralmente los libros que le prestaba) casualmente, las visitas de los cristianos a mi puerta se han incrementado. A pesar de mis insistentes negativas, ellos siguen timbrando por lo menos tres veces a la semana, supongo que piensan que en algún momento me cansaré o que me llegará "la luz divina".
En fin.
Hoy por la tarde, paseaba a mi perro por el malecón. Era muy difícil moverse por la cantidad de parejitas que se habían dado cita para celebrar el 14 de febrero. Había vendedores de globos y de rosas, y el paisaje se había vuelto pegajosamente cursi. Al llegar al Parque del Amor, me topé con una gran cantidad de gente reunida. Se estaba celebrando una Boda Gay Simbólica en medio de un evento titulado "El Amor no Discrimina". Me quedé a ver como las parejas decían sus votos mientras la bandera del arco iris ondeaba en el atardecer. Era una imagen muy linda. De pronto, un chico vestido de manera muy formal se me acercó. Venía acompañado de un viejo. Me ofrecieron una hoja, y al ver que decía algo homofóbico, la rechacé. Les dije que estaba a favor del matrimonio gay. El hombre viejo me examinó de arriba a abajo (igual que el portero de mi edificio, quizás eso lo aprenden en la clase No. 1) y me dijo que seguramente también me gustaba tener sexo con mi perro. Tome la hoja, la arrugué, la tiré al pasto y la pisé. Después le dije a Puno que orinara en ella, pero él sólo la olió sin darle importancia.
Quizá exageré, lo reconozco.
Ellos se asutaron, se dieron la media vuelta y se fueron. Cuando los perdí de vista recogí la hoja arrugada y me puse a leerla por curiosidad. Transcribo aquí lo mejor de todo el texto.
"Dios castiga este pecado con el SIDA y luego en el infierno si no te arrepientes" Romanos Cap. 1
¿Cómo puedo ser tolerante con ellos? ¿Cómo no reírme de las cosas que dicen y predican? De verdad, quiero respirar como en la clase de yoga y ser zen, pero es que con ellos ¡es imposible!
Los homofóbicos me sacan de mis casillas, simplemente no entiendo porque a la gente le importa por cual orificio haces tal o cual cosa. Me parece muy extraño, de verdad que a mi es una de las cosas que me tiene sin cuidado, con cuantos te acuestas y como te acuestas; y sobre todo no entiendo porque les asusta tanto ver a dos hombres o dos mujeres besándose o demostrando su cariño en público.
Porque, sinceramente ¿a quién no le excitó la escena de Mila Kunis con Natalie Portman en "Black Swan? ¡el que esté libre de pecado, que tiré la primera piedra!
Como me dijo otro cristiano, "Señorita, hombre con mujer, hacen hijos, ¿hombre con hombre?" yo le respondí: "Hacen el amor señor". Y se me pasó decirle, que dos mujeres también.
Se lo ganaron a pulso estos muchachos. Eso si, los cristianos son constantes. El portero de mi edificio forma parte de este club y no deja de soltarme frases. La última fue que "la televisión corrompe". Siempre me está mirando con el rabillo del ojo, juzgando cada una de las cosas que hago, y moviendo la cabeza de un lado a otro cada que me ve salir del edificio.
Desde que entró a suplir a mi portero favorito (un chico llamado Samuel el cual devoraba literralmente los libros que le prestaba) casualmente, las visitas de los cristianos a mi puerta se han incrementado. A pesar de mis insistentes negativas, ellos siguen timbrando por lo menos tres veces a la semana, supongo que piensan que en algún momento me cansaré o que me llegará "la luz divina".
En fin.
Hoy por la tarde, paseaba a mi perro por el malecón. Era muy difícil moverse por la cantidad de parejitas que se habían dado cita para celebrar el 14 de febrero. Había vendedores de globos y de rosas, y el paisaje se había vuelto pegajosamente cursi. Al llegar al Parque del Amor, me topé con una gran cantidad de gente reunida. Se estaba celebrando una Boda Gay Simbólica en medio de un evento titulado "El Amor no Discrimina". Me quedé a ver como las parejas decían sus votos mientras la bandera del arco iris ondeaba en el atardecer. Era una imagen muy linda. De pronto, un chico vestido de manera muy formal se me acercó. Venía acompañado de un viejo. Me ofrecieron una hoja, y al ver que decía algo homofóbico, la rechacé. Les dije que estaba a favor del matrimonio gay. El hombre viejo me examinó de arriba a abajo (igual que el portero de mi edificio, quizás eso lo aprenden en la clase No. 1) y me dijo que seguramente también me gustaba tener sexo con mi perro. Tome la hoja, la arrugué, la tiré al pasto y la pisé. Después le dije a Puno que orinara en ella, pero él sólo la olió sin darle importancia.
Quizá exageré, lo reconozco.
Ellos se asutaron, se dieron la media vuelta y se fueron. Cuando los perdí de vista recogí la hoja arrugada y me puse a leerla por curiosidad. Transcribo aquí lo mejor de todo el texto.
"Dios castiga este pecado con el SIDA y luego en el infierno si no te arrepientes" Romanos Cap. 1
¿Cómo puedo ser tolerante con ellos? ¿Cómo no reírme de las cosas que dicen y predican? De verdad, quiero respirar como en la clase de yoga y ser zen, pero es que con ellos ¡es imposible!
Los homofóbicos me sacan de mis casillas, simplemente no entiendo porque a la gente le importa por cual orificio haces tal o cual cosa. Me parece muy extraño, de verdad que a mi es una de las cosas que me tiene sin cuidado, con cuantos te acuestas y como te acuestas; y sobre todo no entiendo porque les asusta tanto ver a dos hombres o dos mujeres besándose o demostrando su cariño en público.
Porque, sinceramente ¿a quién no le excitó la escena de Mila Kunis con Natalie Portman en "Black Swan? ¡el que esté libre de pecado, que tiré la primera piedra!
Como me dijo otro cristiano, "Señorita, hombre con mujer, hacen hijos, ¿hombre con hombre?" yo le respondí: "Hacen el amor señor". Y se me pasó decirle, que dos mujeres también.