miércoles, 25 de agosto de 2010

I hate people


Es un hecho comprobado. Odio a la gente. En verdad la odio y me considero totalmente incapaz de vivir en el mundo real.

Me pongo a pensar como hace el resto de las personas, y al preguntármelo, me doy cuenta que tengo demasiado tiempo libre, si es que me queda tiempo para ponerme a analizar este tipo de cosas. Hay muchas personas que simplemente sobreviven; o que tienen tres trabajos; o una familia numerosa que alimentar y que llegan tan cansados al final del día, que obviamente no van a tener tiempo de ponerse a pensar si es que odian a los demás.

La gente te dice que no puedes vivir enojado. Error. Si se puede y yo soy el vivo ejemplo. No puedo creer que la gente sea tan desconsiderada, egoísta, corrupta, intolerante, conservadora, machista, mocha, hipócrita e interesada, por mencionar algunas cosas.

Estoy decepcionada de la raza humana y creo que lo mejor que le podría pasar al planeta tierra es que nos extinguiéramos, es la opción más viable para salvarla, la única y más honesta política verde.

Hay infinidad de cosas que me hacen sentirme molesta y deprimida desde las primeras horas del día.

Me molesto al ver los titulares de los periódicos, ¿cómo puedes no molestarte al ver las cifras de los muertos en México o el comentario del día de la vestida más famosa de México? (me refiero obviamente a Sandoval, porque usa un vestidito negro nada favorecedor )

De ahí, si tengo que salir digamos al Banco, ten el camino tengo que soportar los comentarios libidinosos de: trabajadores de la construcción, porteros de edificios, mensajeros, ejecutivos, etc. Y no, no me acostumbro. Nunca lo he soportado ni en México, ni en Ecuador, ni en España ni en ningún lado. No necesito que un hombre me reafirme como me veo, para eso tengo espejos en mi casa.

Eso es si voy caminando, porque si voy en bicicleta, tengo que soportar a los automóviles que piensan que las calles son solamente suyas, y que tendrías que quitarte de su camino, o sino, simplemente están dispuestos a pasar, literalmente, por encima de ti. Si voy en autobús... no el tema de las combis en Perú es demasiado extenso como para hablar de eso ahora. Aunque recuerdo el comentario de una amiga, que me decía que le molestaba la puntualidad del transporte público en el país donde vivía. Que si el horario del autobús decía que este pasaría a las 14:23, el autobús pasaba exactamente a las 14:23, ni un minuto más ni un minuto menos.

A veces me gustaría tener ese tipo de problemas, me imagino una conversación del tipo: "Maldita sea, que bien funcionaba el metro hoy en la mañana" o "No puede ser, han pavimentado de nuevo la ciclovía" o mejor aún "Estoy cansada de que todos los autos se paren cuando quiero atravesar la calle con mi hijo, ¡es insoportable!"

Pero ahora tengo que irme. El pay de manzana que he horneado está listo e iré a ver televisión sentada cómodamente en mi sillón, mientras pienso lo terrible que es mi vida y lo mucho que odio al mundo.

1 comentario:

Trídeoz dijo...

Vaya ahora me siento menos solo en este mundo después de leer lo que escribiste. No soy el único que odia a la gente.